Una tarde de viernes en Ciudad Quesada, un poco de lluvia, y aburrido. Al ser las 4 de la tarde recordé que debía recoger mis anteojos, me fui con mi madre y listo. Al dirigirme al auto una sensación de cosquilleo tomo mi pierna y el brazo derecho, a miles costos llegue donde estaba parqueado. Mi madre pensó que era un simple calambre o algo así.
Llegue a la casa y en un rato paso esa sensación.
El sábado transcurrió normal, sin molestias.
El domingo me fui al centro a caminar un rato, fui al café internet a escribir algunos mensajes y regrese a casa. Por ser una tarde soleada decidí caminar hasta la casa. Al ir llegando al cruce del Liceo San Carlos inicio de nuevo la sensación de cosquilleo, Tome fuerza y me decía:
-"no me puedo paralizar, debo llegar a casa. Continúe caminado. Al llegar me di cuenta que no había nadie y no portaba las llaves. Me senté en la acera a esperar. En eso se me paralizo la pierna. La angustia me domino y solo pensaba en que debía pasar rápido. Unos 10 minutos luego tuve de nuevo movilidad. En eso llego la familia. Les comente lo sucedido y solo creyeron que era por tensión y estrés ocasionados por la quimio.
El martes siguiente fui a mi consulta médica, el médico solo con verme se asusto y me dijo:
-"tiene un edema en el cuello, es una trombosis, hay que ingresarlo de emergencia".
El catéter subcutáneo que me colocaron semanas atrás se obstruyó ocasionando una trombosis. Ocasionó un coágulo que llego a la altura de la nuca.
En el momento que retiraron el catéter la inflamación se redujo considerablemente. Pero lo peor apenas iniciaba. Una migraña terrible inicio, 17 días con un continuo dolor de cabeza. Este dolor era tan fuerte que sentía alivio cuando trataba de arrancarme el cabello.
Miles de medicamentos y nada aliviaba el dolor. El tomar soda con limón y mucho hielo me aliviaba un poco, me refrescaba el estomago y me dormía un par de horas. Claro roncaba como un oso.
Un domingo llego mi tía Mayra y mi prima Itzel, el dolor era tan fuerte que se asustaron mucho. Les comente que deseaba tomar soda con limón y hielo. Itzel se fue a comprar la soda y camino por toda el área de el mercado la Coca Cola en busca de hielo. Nadie le quiso dar un poco y tuvo que ir a comprar una bolsa. Cuando me tome la soda me sentí mejor.
El sentimiento de impotencia era tal que pensé que iba a morir pronto, 17 días y nadie me daba una explicación de lo que me pasaba. Sentía que estaba muriendo, quimioterapia, anticoagulantes y miles de medicamentos para tratar de aliviarme. Cuando mi padre me llamo desde USA para ver como estaba, solo pude manifestar el amor que sentía por el pero que iba a morir, de la impresión el tomo un avión y al los tres días ya estaba a mi lado.
A los días llegaron como 6 médicos a ver qué tratamiento ó medicamento me suministraban para aliviar mi dolor. En eso una doctora comento de un artículo que leyó donde explicaba un caso similar. Consistía en una mezcla de pastillas que pulverizaban y las inyectaban.
Eso lo ejecutaron y el alivio llego. Claro ese día fue de miles de pastillas e inyecciones y la quimio. Gracias a Dios el siguiente día amanecí tan bien que me dieron la salida.
Salí del hospital rumbo a Curri a casa de Chela. Lo primero que hice fue irme con mi prima Claudia al restaurante chino y comer todo lo que me encontré. Fueron 17 días que casi no comía, sino era por el dolor, era por el mal sabor de la "comida de hospital".
Foto ( Con Evelyn una amiga que estuvo cerca en el proceso de recuperación y sigue siendo una amiga que cualquiera desearía tener).
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